El salmonete de roca gordo es un pescado semigraso perfecto para ser consumido a la plancha o el carbón. Mucho más sabroso que el salmonete de fango, con el que no se debe confundir. La compacta carne y el intenso sabor del salmonete de roca hacen de él un pescado de los más demandados por la hostelería española y un habitual indiscutible de la gastronomía andaluza.

Cómo detectar su frescura
Para ver la frescura del salmonete, nos fijaremos en sus ojos: es esencial que no los tengan hundidos y que las agallas estén rojas. También, una vez frito el pescado, nos fijaremos en que la espina no esté oscura, sino blanca.

Consejos de preparación
Antes de cocinar, es conveniente extraer las agallas y la tripa, introduciendo los dedos por dentro de la cabeza.

¿Cómo distinguir el salmonete de roca?
Por su mayor calidad, el salmonete de roca suele tener un mayor precio que el samonete de fango. Es por ello que, en ocasiones, puede que te ofrezcan salmonete de roca y, lamentablemente, se trate de un salmonete de fango. Podéis diferenciarlos por sus características:

El salmonete de roca tiene un perfil convexo; dispone de la bandas oscuras y amarillas en la primera aleta dorsal y, además, tiene a lo largo de su cuerpo  una banda roja oscura y tres bandas amarillas.

El salmonete de fango no tiene bandas oscuras y amarillas en la aleta dorsal, tiene un perfil recto, y no tiene bandas amarillas en el cuerpo

Arte de pesca
Su arte de pesca son redes de arrastre.

Conservación

El salmonete de roca gordo se envía en un recipiente hermético. Guárdalo en el frigorífico hasta la hora de cocinar. Si los vas a congelar, hazlo en el recipiente abierto y, una vez que estén congelados, tápalo.